Friday, August 05, 2005

Me gusta Dilbert

Luego de resistirme un poco, lei un libro de Scott Adams y me gustó.
Coincido en muchas cosas y es bueno reirse alguna vez.

Aunque es triste vivir esa realidad, y estas ultimas semanas fue mi sufrimiento.

El Idiota de la oficina logró que un proveedor que normalmente nos trae repuestos desde el fin del mundo en dos semanas, nos tenga esperando un mes, luego nos entregue un repuesto prestado hasta que llegue el nuestro y como si fuera poco no funciona.

Creo que simplemente nos odian y hacen lo menos posible para atendernos y eso en el tercer mundo es estar abandonados.

Luego el idiota prohibe que le informemos a nuestros clientes hasta el último segundo, con lo cual también nos odian ellos por dejarlos sin poder organizar su trabajo y tener que quedar mal con los pacientes (son médicos nuestros clientes).

Y cuando, luego de suspender cirugías, logramos con un médico cliente que un tercero nos alquile su equipo, vemos como el idiota se pone un traje y se va a tratar de basurear a este tercero para agregarlo a la lista de gente que odia la compañia.

LAMENTABLEMENTE ESTA PROHIBIDA LA EUTANACIA DE IDIOTAS.
Y así sigue su acción ininterrumpida de destrucción.

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